Los miniparques de energía eólica irrumpen en Cataluña por Antonio Cerrillo

Cataluña está a punto de vivir una eclosión de miniparques eólicos. Hasta ahora, la energía eólica había sido aprovechada mediante grandes plataformas que ocupaban extensas zonas en el territorio.

Sin embargo, el diseño de turbinas eólicas más potentes y eficientes permite reducir el número de aerogeneradores y promover parques eólicos más pequeños. En estos momentos, ya hay cuatro miniparques eólicos aprobados y otros 12 más están en tramitación.

El primero se empezará a construir a principios del 2011 en el Coll de Panissot, en Almatret (Segrià), y ya ha obtenido todas las autorizaciones. La instalación incluirá tres molinos de Alstom con una potencia de 3 MW cada uno y producirá electricidad equivalente al consumo de unas 7.500 familias, según Miquel Cabré, director de expansión de Alstom Wind. La empresa ha invertido 10 millones de euros en el proyecto.

Además del miniparque de Coll de Panissot, ya están aprobados tres proyectos en Campmany (Banys de la Mercè, Serra Comunera y Serra de l’Hoste, en el Alt Empordà), aunque en estos casos no hay fechas para el inicio de las obras.

La aparición de miniparques se ha visto favorecida también por la aprobación de la nueva normativa del Govern sobre implantación de estas instalaciones eólicas, que ha aclarado cómo deben ser tramitados.

Su irrupción refleja la existencia de promotores especializados que actúan en proyectos que requieren inversiones relativamente menores, según Jaume Morron, gerente de la asociación EolicCat, que agrupa a las empresas del sector eólico.

Los proyectos pueden suponer una inversión máxima de entre 12 y 13 millones, mientras que un parque eólico convencional cuesta unos 60 millones. Pequeñas empresas, cooperativas e, incluso, iniciativas populares están detrás de algunos de los proyectos.

Además, los miniparques (un máximo de cinco aerogeneradores o que no suman más de 10 MW de potencia) tienen una tramitación más sencilla que los parques eólicos convencionales.

Su localización puede ser escogida por los promotores (siempre y cuando no tengan un impacto ambiental negativo, o no estén vetados expresamente con una zona roja en el mapa eólico).

Todo ello los diferencia de los grandes parques eólicos, cuya ubicación corresponde asignar a la Generalitat, y para lo cual ha designado unas zonas de desarrollo eólico prioritario (ZDP) tras seleccionar los lugares idóneos desde el punto de vista urbanística y ambiental.

La normativa exige que los miniparques tengan informes de estudio de impacto ambiental y paisajístico. Además, no está prohibida su implantación en espacios naturales de la Red Natura 2000. En este punto, la normativa precisa "que sólo se pueden instalar en estos enclaves si no existe una ubicación alternativa.

Y se ha demostrado que podemos situarlos fuera de las zonas protegidas", destaca Frederic Ximeno, director general de Polítiques Ambientals de la Generalitat. Ximeno está convencido de que es posible situar primero los parques eólicos en zonas sin valor natural para compatibilizar el aprovechamiento eólico y la protección de la biodiversidad. "La creación de 800 MW en las ZDP ha demostrado que podemos instalarlos fuera de los espacios naturales", dice.

No obstante, los promotores creen que sigue habiendo excesivas exigencias para los miniparques. "Si al promotor de un pequeño proyecto se le exige un estudio de impacto ambiental que comporta seguimiento de una especie durante un año, su iniciativa se viene abajo; es demasiado cara", dice Morron.

EolicCat pide que los proyectos con menor impacto ambiental tengan una tramitación más sencilla y flexible ("porque si no, los proyectos difícilmente seguirán adelante"), también a la hora de favorecer la conexión a la red de alta tensión.

Medio Ambiente rechazó hace unos meses el proyecto de un miniparque eólico (800 kW), promovido por una cooperativa de Cabacés (Priorat). Juzgó que el emplazamiento era incompatible con la conservación del águila perdicera.

Sin embargo, tras el recurso de los promotores, deja abierta ahora la puerta a que se construya si supera la evaluación ambiental (lo que podría comportar un cambio de ubicación para no molestar a las águilas). Los miniparques eólicos pueden ser clave para que Catalunya alcance los 3.500 MW eólicos, como exige el Pla de l’Energia para el año 2015.

Proyectos avanzados

Parque eólico de Gorgs, en Riudecanyes (Baix Camp). Cinco aerogeneradores (10 MW). Foment d’Energies Naturals.

Aerogenerador de Cabacés (Priorat). Una torre de 73 metros; 0,8 MW. En zona condicionada. Agrosolar Cabacés SCCL.

Pequeña instalación de Seròs (Segrià). Cinco aerogeneradoras de 80 m; 9,9 MW. Development Engineering Management.

Miniparque de Paüls (Baix Ebre). Tres torres de 100 m; 9 MW. Aventalia Energies Renovables

Pequeña instalación de Fígols ( Berguedà). 5 torres de 78 m, 10 MW. Aventalia Energies Renovables.

Coll de Duc Juncosa (les Garrigues) 2 torres de 80 m, 4 MW Energy Resources.

Aerogenerador de Vandellòs (Baix Camp). Eòlica del Montalt, SL, 1 torre de 80 m, 2.500 kW.

Projecte Zèfir, planta de ensayo marino. Entre el Cap de Salou i el Cap de Tortosa, Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC) 4 torres de 80 m, 10 MW.

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