La eólica en Suecia: Nordisk Vindkraft construirá un parque eólico en Suecia por José Santamarta

El proyecto, de 44 MW de potencia eólica, lo desarrollará la empresa Nordisk Vindkraft, una filial de Renewable Energy Systems, usando turbinas eólicas de Vestas, y en concreto el aerogenerador V-90 de 2 megavatios.

La construcción ya ha comenzado, y el proyecto de energía eólica debe estar plenamente operativo a principios de 2012. El parque eólico producirá energía eléctrica suficiente como para abastecer a 25.000 hogares suecos, sin emisiones de CO2.

El parque eólico se instalará en la cima de Nadagubbliden, al sur de Ytterberg, lugar elegido como adecuado para el desarrollo de la energía eólica por sus vientos, el acceso a la red y el mínimo impacto ambiental.

Hace unos días Vestas recibió otro pedido de energía eólica de E.ON Sverige AB Vind para el suministro de 16 turbinas eólicas del modelo V90-2.0 MW.

El parque eólico tiene una capacidad total de 32 MW y se instalará en Nybro, Lilla Edet y Öringe. La entrega de los aerogeneradores está programada para 2011. El contrato incluye el suministro, instalación y puesta en marcha de los aerogeneradores eólicos y un acuerdo de servicio de dos años.

Suecia instalará 1.101 turbinas eólicas y construirá el mayor parque eólico, que estará compuesto por 1.101 turbinas eólicas y se localizará en el área de Markbygden en Pitea, una ciudad costeña en el noreste del país.

El parque de energía eólica producirá 12 TWh (teravatios-hora) por año, lo que equivale a cuatro veces más que la producción actual de energía eólica en Suecia.

Las empresas Vestas, Nordex, WinWinD, Suzlon y Enercon han recibido importantes pedidos de aerogeneradores en Suecia en las últimas semanas. Finlandia tiene proyectos similares, y también instalará otros mil aerogeneradores.

Suecia, el país escandinavo ejemplar en su política ambiental, ha lanzado una propuesta de lo más radical e interesante: a partir del año 2030 todos los coches que utilicen como combustible productos derivados del petróleo estarán prohibidos. Los suecos tienen sólo veinte años para cambiar de coche y sumarse a los vehículos eléctricos. Y nada de híbridos, que montan motores de gasolina o de gasóleo combinados con propulsores eléctricos, que tampoco podrán circular por las carreteras suecas.

El ambicioso objetivo del gobierno sueco es reducir un 40% las emisiones de CO2 en el 2020 (con respecto a los niveles de 1990), y para hacerlo también tiene previsto imponer un agresivo aumento de impuestos sobre los coches más contaminantes, a la vez que una rebaja en el gravamen de los ecológicos.

Las encuestas demuestran que la mayor parte de los suecos están a favor de estas medidas, que combinan los coches eléctricos con las energías renovables.

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