Los sistemas de almacenamiento energético, clave para la estabilización de la red eléctrica

El almacenamiento de energía a través de las baterías de litio-ión, Intensium Flex de Saft, se alza como factor clave para la estabilización de la red eléctrica, eliminando las posibles fluctuaciones y atendiendo a las demandas puntuales de energía que se producen en la red.

Los sistemas de almacenamiento de energía comienzan a tener cada vez mayor demanda, sobretodo en sectores como el eléctrico, los coches eléctricos o el de las telecomunicaciones, ya que sirven para estabilizar la propia red ante posibles microcortes y pueden suministrar energía cuando se dan perturbaciones o fallos en la red principal.

En opinión de Pedro Sánchez, responsable del área de telecomunicaciones de Saft Baterías, “la tecnología que mejor se adapta para estas aplicaciones es el litio-ión, ya que cuenta con las siguientes peculiaridades: Se trata de un sistema de baterías integrado en un armario, y tiene reducidas dimensiones en espacio y peso. Además, tiene una alta densidad de energía, no necesita ningún mantenimiento y ofrece un buen rendimiento tanto en baja como en alta temperatura ( -25ºC +60ºC)”. Estas cualidades permiten operar en espacios a la intemperie durante largos periodos de tiempo.

La gama de baterías Intensium Flex trabaja de forma eficaz en aplicaciones como las microrredes o los sistemas de energía descentralizados, ofreciendo energía de reserva a la red principal. Tiene un diseño sin precedentes basados en módulos que aporta gran fexibilidad, alta capacidad y densidad de potencia.

Además, se integra dentro de un único sistema que aporta capacidad energética, control remoto que facilita la supervisión y el diagnóstico de necesidades, comunicación con el usuario señalando el estado de carga y salud del dispositivo, y seguridad. 

Las baterías de Saft se emplean en aplicaciones de altas prestaciones tales como infraestructuras y procesos industriales, transporte, espacio y defensa. Saft es el primer fabricante mundial de baterías industriales de níquel-cadmio y de baterías primarias de litio para múltiples mercados.

El grupo es también líder europeo en tecnologías especializadas de baterías para el espacio y la defensa. Saft está presente en 18 países y emplea unas 4.000 personas en todo el mundo. Sus 15 plantas de fabricación y su red comercial permiten al grupo atender a sus clientes en todo el mundo. Saft está registrado en el índice SBF 120 del Mercado de Stock de París. 

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