Las energías renovables recibieron 2.052 de primas entre enero y mayo

La sexta liquidación de primas de la CNE señala que el régimen especial (que incluye las energías renovables y la cogeneración con gas natural) recibió 661,7 millones de euros en primas en el mes de mayo y acumula una retribución regulada de 2.882 millones desde principios de año.

En los cinco primeros meses de 2010 las tecnologías que más primas recibieron fueron la solar fotovoltaica con 983,4 millones de euros y la eólica con 879,4 millones de euros, seguida de la cogeneración, con 553,6 millones.

En mayo la energía solar fotovoltaica cubrió un 3,1 por ciento de la demanda eléctrica y recibió 288,7 millones de euros en primas, mientras la eólica aportó el 16 por ciento de la energía y captó 171,5 millones de primas.

De esta manera, la tecnología solar fotovoltaica es la que recibe una mayor retribución por kilovatio hora (kWh), 43,22 céntimos de euro, seguida de la solar termoeléctrica o termosolar (26,94 céntimos de euro), mientras la eólica cobró, de media, 4,6 céntimos de euros.

Lo que la CNE no explica son las enormes ventajas de las energías renovables: crean mucho más empleo por cada euro invertido, no emiten CO2, no contaminan ni generan residuos radiactivos (que hay que pagar durante miles de años) y reducen la dependencia energética.

Las energías renovables nunca crearán mareas negras como la que afecta al Golfo de México ni accidentes como Chernóbil, ni tampoco serán objeto de conflictos, como todos los relacionados, directa o indirectamente, con los hidrocarburos. Las energías renovables contribuyen a la paz, y su competitividad aumenta de año en año.

De hecho, la energía eólica es ya competitiva con los combustibles fósiles y la energía nuclear (basta incluir algunas externalidades como las emisiones de CO2 y la gestión de los resuduos radiactivos), y la fotovoltaica y la termosolar antes de una década alcanzarán la llamada paridad de red, compitiendo en precio con los combustibles fósiles.

Además con la llegada de los vehículos eléctricos y las baterías de litio, también pueden empezar a sustituir al petróleo en el transporte.

Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica.

Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico, y aprovechar la electricidad generada en las horas de menos consumo.

En las horas punta o de mayor consumo, con la llamada V2G, los coches eléctricos podrán vender parte de la electricidad almacenada en sus baterías, evitando así la existencia de centrales que sólo funcionan unas pocas horas al año, y por lo tanto su amortización es más que dudosa.

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