Plataforma marina aprovecha conjuntamente la energía eólica y las olas

El proyecto Poseidón, una planta que aprovecha la potencia tanto de las olas como de la energía eólica, ha sido desarrollado por la empresa danesa Floating Power Plant (FPP (FPP) y fue presentado en la exposición Nórdica II, que se celebró a finales de abril, en Menlo Park, California.

Poseidón es una plataforma flotante que, si bien aprovecha la energía de las olas, también se utiliza como base para las turbinas eólicas.

Poseidon es un concepto para una central eléctrica flotante que transforma la energía del oleaje en electricidad. La central de energía, además, sirve como una base flotante para un parque eólico en alta mar, creando así un híbrido de energías renovables.

Una planta de 37 metros de demostración en alta mar se puso en marcha en el verano de 2008. Una escala total de plantas Poseidón puede medir desde 100 y hasta 420 metros dependiendo de las olas y las condiciones del viento en el lugar elegido.

El proyecto tardó más de diez años en desarrollarse, y ahora ya se considera listo para su comercialización. Una serie de aerogeneradores a escala en alta mar ya se han probado en un prototipo de Poseidón (37 metros de largo, 25 de ancho y 6 de alto) instalada en el Puerto de Nakskov (Dinamarca) en septiembre de 2008.

El tamaño de las instalaciones comerciales oscila entre 100 y 420 metros. Según sus diseñadores, el modelo intermedio de 230 metros podría tener una capacidad estimada en 10 MW y generará cerca de 50 millones de kWh al año, de los cuales 28.000 MWh de las olas y 22.000 MWh de energía eólica.

Poseidón puede utilizar turbinas eólicas en el mar que ya se utilizan en el mercado, con una capacidad de entre 1,5 MW y 5 MW, dependiendo de la cantidad de aerogeneradores para cada plataforma y el tamaño de la plataforma.

Las bombas utilizadas para el aprovechamiento de la energía de las olas son muy innovadores y mucho más eficientes que las tecnologías de uso corriente: un anclaje especial del sistema de boyas asegura que las olas siempre choquen de frente, evitando así las pérdidas de energía debidas al ángulo de las ruedas.

Sin duda una opción que evita la emisión de CO2 y la degradación del medio ambiente, en un momento en que la catástrofe del Golfo de México muestra los daños de los combustibles fósiles.

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