El sol del Sahara iluminará Europa

Abengoa Solar ha firmado en Munich su adhesión, en calidad de socio fundador, al proyecto Desertec Industrial Initiative que, auspiciado por el Club de Roma y otras instituciones, busca y desarrollar la producción de energías renovables en las zonas desérticas del norte de África y de Oriente Próximo para consumo local y exportación a Europa.

Esta iniciativa, que han promovido junto con Abengoa Solar otras once empresas internacionales, tiene como meta abastecer en 2050, mediante plantas termosolares y otras fuentes de energía renovables, el 15 por ciento de la demanda energética de Europa y una parte sustancial de la electricidad del norte de África y Oriente Próximo.

Para ello, las empresas e instituciones integrantes de Desertec van a desarrollar un plan durante los próximos años junto con gobiernos y otros grupos de interés que permita en un futuro poner en marcha las plantas solares y de otras fuentes renovables, así como la transmisión eléctrica necesaria para transportar una parte de esa electricidad a Europa.

Abengoa es pionera en la construcción de plantas solares en el norte de África y Oriente Próximo, mediante sendas centrales híbridas de ciclo combinado con energía termosolar en Ain-Ben-Mathar (Marruecos) y Hassi-R’mel (Argelia).

Santiago Seage, presidente de Abengoa Solar, ha mostrado su satisfacción tras firmar la adhesión de la compañía a este ambicioso proyecto y ha destacado que “el norte de África y Oriente Próximo son indudablemente áreas con un gran potencial en energía solar, tanto para consumo propio como para la exportación el día que contemos con la infraestructura y la regulación necesarias. Esta iniciativa debe acercarnos a hacer realidad esta visión. Abengoa Solar contribuye a este grupo internacional de socios con su experiencia en tecnologías solares innovadoras”.

Los miembros fundadores de Desertec Industrial Initiative son ABB, Abengoa Solar, Cevital, Deutsche Bank, EON, HSH Nordbank, Muenchener Rueca, M+W Zander, RWE, Schott Solar, Siemens y Solar Millennium/MSM.

Abengoa Solar centra su actividad en el desarrollo y la aplicación de tecnologías para la generación de energía eléctrica a partir del sol. (www.abengoasolar.com)

Abengoa es una empresa tecnológica que aplica soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible en los sectores de infraestructuras, medio ambiente y energía. Cotiza en Bolsa y está presente en más de setenta países, en los que opera con sus cinco Grupos de Negocio: Solar, Bioenergía, Servicios Medioambientales, Tecnologías de la Información e Ingeniería y Construcción Industrial (www.abengoa.com).

Greenpeace celebra proyecto alemán de construir centrales solares en Sáhara

La organización ecologista Greenpeace celebró el proyecto Desertec, puesto en marcha por varias compañías alemanas, que prevé establecer grandes centrales de energía solar y parques eólicos en el norte de África y Oriente Próximo para la producción de electricidad.

Veinte grandes grupos alemanes, entre ellos Siemens, RWE, E.On y Deutsche Bank, y la española Abengoa, respaldan la iniciativa con la que se espera poder suministrar en el futuro, a través de cables de alto voltaje de corriente continua bajo el mar Mediterráneo, el 15 por ciento de la energía que consume Europa.

"Los consorcios energéticos, los institutos financieros y los constructores pueden convertir el uso de la electricidad extraída de los desiertos en un modelo para el resto del mundo", afirmó Greenpeace.

Para la organización, el uso de la energía solar para el suministro eléctrico no debe ser una acción aislada y el sector energético debe asumirlo como una alternativa a otras fuentes "perjudiciales" como la energía nuclear o la térmica.

Según la organización, de proliferar proyectos como Desertec a escala internacional, la industria alemana podría crear hasta 250.000 puestos de trabajo con la construcción de plantas solares y parques eólicos.

"Las empresas alemanas tienen el capital necesario y el conocimiento técnico para convertir en un modelo de éxito la obtención de energía limpia en el desierto", apuntó la asociación ecologista.

Cuatro países europeos y Turquía firman un acuerdo sobre el gasoducto Nabucco

Los primeros ministros de Austria, Bulgaria, Hungría, Rumanía y Turquía firmaron este lunes en Ankara un acuerdo para la construcción del gasoducto Nabucco, que reducirá la dependencia de Europa del gas ruso, aunque persisten dudas sobre la financiación y el suministro.

El proyecto Nabucco prevé la construcción de un gasoducto para transportar progresivamente hasta 31.000 millones de m3 de gas por año, desde el mar Caspio hasta Austria, pasando por Turquía y los Balcanes.

El proyecto es "de una importancia crucial para la seguridad energética de la UE y de Turquía", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que también participó en la ceremonia.

El objetivo principal del gasoducto es evitar los repetidos problemas de suministro desde Rusia, país del que procede un cuarto del gas natural consumido en Europa. El pasado invierno, un desacuerdo entre Moscú y Ucrania, por donde transita el 80% del gas ruso destinado al continente europeo, provocó la suspensión del suministro durante dos semanas.

Se prevé que el gasoducto, de 3.300 kilómetros, entre en servicio en 2014. Su coste se estima en 7.900 millones de euros (10.900 millones de dólares).

En la firma del acuerdo estuvieron también presentes el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, un representante de Azerbaiyán y el emisario especial estadounidense para la energía en la región Eurasia, Richard Morningstar.

Dos bancos europeos se han declarado dispuestos a financiar el proyecto, pero los analistas dudan de la capacidad de reunir los fondos suficientes en plena crisis económica.

Azerbaiyán, que en principio debe aportar una parte importante del gas, insiste en que tiene suficiente para llenar el gasoducto, pero recientemente firmó un acuerdo con Moscú para el suministro de gas azerí, destinado mayoritariamente al mercado interno ruso.

En el acuerdo de este lunes aparecen también Irak, Egipto y Turkmenistán como posibles socios a largo plazo. Los europeos esperan aún el acuerdo de otros países clave, como Kazajistán y Uzbekistán.

Nuri al Maliki dijo que su país podría contribuir con 15.000 millones de m3 de gas. Pero un responsable estadounidense expresó sus dudas, por el pulso que mantienen por los recursos naturales Bagdad y los kurdos iraquíes, que controlan el norte del país, rico en petróleo y gas.

Además de los problemas que se ciernen sobre la financiación y el abastecimiento, el proyecto Nabucco tiene un competidor: el gasoducto South Stream, desarrollado por el grupo ruso Gazprom y el italiano ENI, que debe conectar Rusia y Bulgaria, pasando por el mar Negro.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país quiere ser miembro de la Unión Europea, declaró también que "Turquía es un socio importante en la política energética de la UE", y aseguró que en el marco de las negociaciones de adhesión, su país ha hecho "grandes avances para alinear (su) mercado de la energía con las normas del mercado interno de la UE". Para Barroso, el proyecto "podría abrir la puerta a una nueva era en las relaciones entre la UE y Turquía, y más allá".

El acuerdo fue saludado por Washington. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, se alegró por este "importante hito" hacia la apertura de un nuevo corredor energético.

Por su lado, la organización ecologista Greenpeace criticó duramente la firma del acuerdo, alegando que la electricidad producida a partir del gas será más cara que la generada por la energía solar, y pronosticando que con la capacidad máxima prevista para el gaseoducto las emisiones de CO2 de los europeos aumentarán en 60 millones de toneladas por año.

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Abengoa Solar becomes founding partner of the Desertec Industrial Initiative project

The project will promote renewable energy production in Northern Africa and the Middle East for local use and exportation to Europe.

Madrid, July 13, 2009 – Today in Munich, Germany, Abengoa Solar signed an agreement to join as a founder member the Desertec Industrial Initiative, a project born under the auspices of the Club of Rome and other institutions. This project seeks to develop renewable energy production in the desert regions of Northern Africa and the Middle East for both local use and for exportation to Europe.

This initiative, which has been promoted by Abengoa Solar and eleven other international companies, is aimed at meeting 15 percent of Europe’s energy needs, and a substantial part of the demand in Northern Africa and the Middle East, via concentrated solar plants and other renewable sources of energy by 2050. Because the land in these regions provide superior solar radiation, it will be possible to gain access to clean energy at a lower cost. Thus, the project will have a very significant impact on the economic and social development of Northern Africa, the Middle East, and Europe.

To this end, over the course of the next few years, the companies and institutions comprising Desertec will develop a plan in conjunction with governments and other stakeholders to enable future construction of power plants based on solar energy and other renewable sources, in addition to the electrical power transmission needed to transport part of this electricity to Europe.

Abengoa is a pioneer in the construction of solar power plants in Northern Africa and the Middle East with two Integrated Solar Combined Cycle, ISCC, plants in Ain-Ben-Mathar (Morocco) and Hassi-R’mel (Algeria).

Santiago Seage, CEO of Abengoa Solar, expressed his satisfaction upon signing the agreement for the company to join this ambitious project, pointing out that “Northern Africa and the Middle East are undoubtedly areas with a tremendous solar energy potential, for both the region’s own use as well as exporting as soon as we have the necessary infrastructure and regulatory measures in place. This initiative should bring us closer to making this vision come true. Abengoa Solar is contributing its expertise in innovative solar technologies to this international group of partners.”

Desertec Industrial Initiative founding members are ABB, Abengoa Solar, Cevital, Deutsche Bank, EON, HSH Nordbank, Muenchener Rueca, M+W Zander, RWE, Schott Solar, Siemens and Solar Millennium/MSM. ABENGOA SOLAR

Abengoa Solar focuses its activity on the development and application of technologies for generating electrical power with the sun. (www.abengoasolar.com)

Abengoa is a technology company that applies innovative solutions for sustainability in the infrastructure, environmental and energy sectors. The company is listed on the Spanish Stock Exchange and is present in more than seventy countries, in which it operates through its five Business Units: Solar, Bioenergy, Environmental Services, Information Technologies, and Industrial Engineering and Construction (www.abengoa.com).

Another Perk for Desertec Solar Project: 240,000 New German Jobs

A consortium of 20 blue chip German firms has thrown its weight behind the gigantic Desertec Sahara solar plan.

A new study helps explain why: The mega project could help spawn 240,000 new green jobs in Germany and deliver up to $2 trillion in profits to companies by 2050, according to the Wuppertal Institute for Climate, Environment and Energy.

Desertec was launched in 2007 by the German association of the Club of Rome. Its architects seek to spread a supergrid of concentrating solar thermal plants (CSP) across a 6,500 square-mile stretch of North African desert to eventually power most of Europe.

According to the Wuppertal report, exporting the CSP technologies to Africa and other desert solar hotspots would help German manufacturers build on their already strong solar market share.

CSP "offers great opportunities for German plant builders," the authors wrote. They reveal the nation’s likely winners:

Schott Solar, MAN Ferrostaal Group (NRW) and their business segment "Solar Energy", Flagsol (NRW), Solar Power Group, Solar Millenium and Fichtner Solar who are all involved in CSP.

Schott Solar (receiver) and Flagsol (mirrors) are world market leaders. E.ON, RWE and EnBW are increasingly interested in using the technology and leading insurance companies like the "Münchner Rück" are considering including CSP as a new business segment.

The findings support the much-publicized decision last month by a group of leading German firms to begin raising a considerable sum of $555 billion for Desertec.

Critics have slammed the consortium’s efforts. They argue that Desertec would impinge on the development of Germany’s exploding domestic rooftop solar industry, taking funds from national subsidies and killing local jobs.

But the Wuppertal study, which was commissioned by Greenpeace and the Club of Rome, lays out the counter case — that Desertec, too, makes economic sense for the nation’s blooming clean energy economy.

In fact, CSP power plants could become the "third German ‘export hit’ in the field of eco-energy," behind wind and solar photovoltaic power, said Andree Böhling, an energy expert at Greenpeace Germany.

Already, Germany’s renewable energy industry employs 214,000 people.

Max Schön, President of the Club of Rome, said that if Germany chooses to unleash its CSP market potential, that number could swell to 1 million. Which means clean energy could provide as many jobs as the nation’s automotive industry in less than a generation. (The car sector currently employs three-quarters of a million people and is Germany’s top industry.)

Worldwide, a massive shift to CSP solar in Africa and other desert regions could create a total of 580,000 new jobs by mid-century given the "right political framework," the Wuppertal report found.

Those numbers are probably on the conservative side. In May, Greenpeace released a report concluding that if a giant leap in CSP capacity occurs — reaching 25 percent of global electricity needs by 2050 — the sector would employ 2 million people around the globe.

Energy-wise, CSP potential is inarguably off the charts.

The technology works through vast solar mirrors that concentrate the sun’s rays to drive steam turbines. If the world were to install CSP solar collectors on just three-thousandths of the Earth’s deserts today (about 35,000 square miles), they could power the entire planet.

More practically, the German Aerospace Center has shown that CSP plants in the Sahara could generate more than 50 percent of the electricity needs of Europe, the Middle East and North Africa in just 40 years.

Desertec has crunched the numbers on jobs: Just one 250 MW parabolic trough power plant requires 1,000 workers and engineers for a period of two to three years.

Of course, turning North Africa into a solar (and green employment) hub is hardly a one-nation job or responsibility. On top of the actual solar plants, the project requires quick establishment of expensive low-loss, long-distance high-voltage direct current (HVDC) transmission lines to export the power across the Mediterranean and into Europe.

The technology is ready to go. But deploying it would require cooperation, financing and favorable new laws and regulations from Germany and all the relevant EU nations and host African countries. No easy task, though the Desertec team remains optimistic:

Creating that favourable commercial environment is relatively easy in countries like Australia, China, India and the USA, where there is only one government involved, and it is harder to achieve when different countries have to co-operate (as in the EU and nearby sunbelt countries). However, with the right political will, these problems are solvable everywhere. It is in everyone’s interests that political leaders throughout the world take the necessary steps to facilitate DESERTEC developments.

Greenpeace blasts Nabucco deal, urges clean energy

Environmental group Greenpeace blasted the signing in Ankara Monday of a deal on the Nabucco gas pipeline, urging countries instead to invest in cheaper and cleaner energy.

"Over the next few years, power from solar energy will become significantly cheaper than natural gas," Jurrien Westerhof, energy expert for Greenpeace Austria, said in a statement.

"With the Nabucco deal, Austria is committing itself for decades to drawing natural gas from supplier countries in the Caspian region, no matter what the price," he added.

The leaders of Austria, Bulgaria, Hungary, Romania and Turkey signed Monday a landmark deal on Nabucco to bring gas from the Caspian Sea to Europe, aimed at reducing the EU’s energy reliance on Russia.

But with a capacity to pump 31 billion cubic metres of gas, the pipeline will cause harmful CO2 emissions in Europe to jump by 60 million tonnes per year, Greenpeace said in its statement.

"It would be smarter to invest right now in renewable energies, as wind and sun not only do not create CO2 emissions, they don’t cost anything either, neither now nor in the future," Westerhof said.

With Nabucco’s estimated cost of 7.9 billion euros (10.9 billion dollars), one could install 4,000 wind turbines and produce 8,000 megawatts of wind power — more than the total amount needed by Austrian households — Westerhof noted.

Gas supplies, on the other hand, will cost about five billion euros per year, enough to buy another 2,500 wind turbines.

Greenpeace also criticised Europe’s willingness to rely on imported energy from troubled regions.

"We are making ourselves dependent on a range of dictatorships and unstable democracies, who could block a pipeline at any time," he said.

"With the sun on the other hand, even they could not switch it off," he said.

www.desertec.org/