Iberdrola incorpora a 2.638 personas en 2016

REVE

Los resultados del grupo permiten proponer a la Junta General de Accionistas, convocada para el próximo 31 de marzo, un aumento cercano al 11% en la remuneración anual al accionista con cargo al ejercicio, hasta alcanzar los 0,31 euros brutos por acción.

Iberdrola ha realizado inversiones por 4.264,3 millones de euros a lo largo del ejercicio 2016, lo que supone un incremento del 32,3% con respecto al año anterior.

La mayor parte de este importe -90%- se ha destinado a negocios regulados o con contratos a largo plazo, de acuerdo a la estrategia del grupo de centrarse en áreas estables y con retornos predecibles. Asimismo, un 61% de dicha cifra global ha ido a parar a proyectos de crecimiento, fundamentalmente en renovables y en países con rating A.

Al mismo tiempo que se han incrementado las inversiones para encarar una nueva etapa, ha aumentado también el equipo profesional que hará posible los nuevos proyectos de la empresa. Así, el grupo ha incorporado a lo largo de 2016 a 2.638 nuevos empleados, contribuyendo de este modo a un desarrollo económico sostenible, con empleo estable y de calidad.

En lo que se refiere a los resultados correspondientes al ejercicio 2016, Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 2.705 millones de euros, un 11,7% más que en 2015. Este buen comportamiento se debe, fundamentalmente, a la buena evolución del negocio en Estados Unidos, que mejora su aportación al grupo en un 53%.

AVANGRID, la filial norteamericana de Iberdrola que cotiza en la Bolsa de Nueva York, ha presentado un beneficio neto de 630 millones de dólares1, lo que le permite abonar un dividendo anual de, al menos, 1,728 dólares por acción. Asimismo, ha realizado inversiones por 1.900 millones de dólares.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo ha mejorado un 5,5%, hasta los 7.807,7 millones de euros. Si se excluye el efecto del tipo de cambio, el incremento es de un 8,2%. Del importe total, un 77% ha procedido de negocios regulados o con contratos a largo plazo.

Por negocios, destaca el buen comportamiento del área de redes, que ha incrementado su Ebitda un 12,5%, hasta 4.081,7 millones de euros, impulsado por la evolución en Estados Unidos y España.

La actividad de generación y clientes ha alcanzado un Ebitda de 2.253,3 millones de euros (-3%), con mejor resultado en España e influido por el tipo de cambio y la menor producción en México. El Ebitda del área renovable, por su parte, se ha situado en 1.500,2 millones de euros (-8,9%), en un año con menor eolicidad.

Iberdrola también ha continuado mejorando su eficiencia operativa, que se ha incrementado un 5%, tras reducir en un 4,5% el gasto operativo neto a lo largo del año. El flujo de caja operativo (FFO) ha alcanzado los 6.310,8 millones de euros, un 6,8% más que en 2015.

En términos financieros, el grupo ha mantenido un balance sólido, con un ratio FFO/ deuda financiera neta del 21,5%.

Los buenos resultados del año permiten a Iberdrola proponer una remuneración al accionista con cargo a 2016 de, al menos, 0,31 euros brutos por acción. Su aplicación deberá ser aprobada por la Junta General de Accionistas, convocada para su celebración el próximo 31 de marzo en primera convocatoria, y supone un incremento de casi el 11% en comparación con los 0,28 euros brutos por acción comprometidos con cargo el ejercicio 2015.

 

Iberdrola, comprometida con la sociedad

Iberdrola ha continuado ejerciendo como motor de progreso económico y social a lo largo del ejercicio 2016.

Además de incorporar a 2.638 personas a su equipo, la compañía genera 288.000 empleos en todo el mundo, tal y como ha concluido un estudio realizado por Pricewaterhouse Coopers (PwC) tomando como referencia datos de 2015.

Además, la empresa ha inaugurado el Campus Iberdrola, un nuevo campus corporativo sito en San Agustín del Guadalix (Madrid), lo que pone de manifiesto su apuesta por la excelencia: las horas medias de formación a sus empleados triplican la media europea.

En términos económicos, la contribución fiscal directa de la empresa asciende anualmente a 5.750 millones de euros.

El grupo ha cerrado contratos de compras de bienes y servicios a lo largo de 2016 por un valor récord de 9.884 millones de euros a alrededor de 18.000 proveedores.

Además, se ha situado como la cuarta energética del mundo por inversión en I+D+i, con 211 millones de euros destinados a esta área en 2016.

La innovación es precisamente la herramienta del grupo para garantizar la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad; factores que le han llevado a ser la primera eléctrica en el índice Dow Jones de Sostenibilidad 2016 y la única energética presente en sus 17 ediciones. Iberdrola ha reducido sus emisiones en un 75% desde 2000 y en un 31% durante el último lustro.

 

Iberdrola, la "utility" del futuro

El aumento de la demanda y la necesidad de reducir emisiones para implementar el histórico Acuerdo de París obligan a un proceso de electrificación de la economía.

Iberdrola se ha adelantado a este proceso y se ha convertido en lo que debería ser la utility del futuro, con más renovables, mayor capacidad de almacenamiento, más redes y más inteligentes y soluciones innovadoras para sus clientes:

– Renovables: cerca del 60% de la capacidad operativa del grupo -27.417 megavatios (MW)- corresponde a fuentes de generación limpia y cuenta con más de 7.000 MW en construcción. La compañía es ya líder mundial en eólica terrestre y está realizando un importante esfuerzo inversor en eólica marina.

– Capacidad de almacenamiento: el grupo cuenta con 4.500 MW hidroeléctricos de bombeo en construcción y operación, capacidad equivalente a cinco millones de baterías domésticas.

– Redes inteligentes: la compañía ha instalado más de nueve millones de contadores inteligentes en España y ha superado los objetivos regulatorios de 2016 fijados en Reino Unido para estos equipos. En Estados Unidos, el 100% de los contadores de Maine son inteligentes y el 63% en Connecticut. Las redes de media y alta tensión de Iberdrola están 100% digitalizadas en España, Reino Unido y Brasil.

– Soluciones inteligentes para el cliente: Iberdrola está centrada en desarrollar nuevos productos basados en la utilización de big data,  con lo que puede ofrecer tarifas a medida y posibilidades innovadoras como el control remoto de la calefacción, alternativas de autoconsumo y gestión de la energía.

Estos cuatro ejes están alineados con un modelo de negocio que combina diversificación geográfica y transición energética.

Así, en Estados Unidos, AVANGRID se ha convertido en una gran plataforma para el desarrollo de nuevas infraestructuras energéticas. La filial focaliza su actividad en redes y renovables, siendo el segundo operador eólico del país.

En Reino Unido, la filial escocesa ScottishPower es líder eólico y cuenta con un escenario propicio para crecer en el área de redes. En el negocio de generación y clientes, ofrece soluciones inteligentes a los usuarios y cuenta una capacidad hidroeléctrica de bombeo de 440 MW.

En Europa Continental, es una de las utilities con menor nivel de emisiones -67% inferior a la media de sus competidores- y lidera el mercado de renovables y redes inteligentes. Además, es la compañía con mayor capacidad de bombeo del continente, con una potencia de 3.200 MW en operación, a los que se sumarán otros 880 MW ya en construcción.

La reforma energética de México ha propiciado que Iberdrola sea la principal candidata para aprovechar oportunidades en el negocio de generación -es ya el mayor productor de electricidad privado- y en renovables, con una potencia eólica en el país de 370 MW, que alcanzará los 1.065 MW en 2020.

También la reestructuración del sector energético de Brasil es una oportunidad para el grupo, tanto en el área de redes como en renovables: la empresa es ya el primer distribuidor por número de clientes y cuenta con una capacidad renovable en operación de 2.500 MW.

 

Actualización de las Perspectivas 2016-2020

Iberdrola ha superado sus estimaciones para el periodo 2014-2016, obteniendo un beneficio neto 188 millones de euros mayor del previsto para el final del trienio y acumulando un crecimiento medio anual en términos de Ebitda del 5,9%, frente al 4% que se había marcado como objetivo.

En términos de rentabilidad para el accionista, la de Iberdrola se ha incrementado un 55% durante el periodo 2014-2016, frente al 18% del índice Eurostoxx50 y el 14% del Eurostoxx Utilities.

Este punto de partida permite a Iberdrola revisar al alza sus Perspectivas Estratégicas 2016-2020. En primer lugar, incrementará sus inversiones en 1.000 millones de euros, hasta alcanzar los 25.000 millones de euros, que se emplearán en buena parte en nuevas renovables en Estados Unidos.

De esta cantidad, en torno a un 90% se destinará a actividades reguladas o con contratos a largo plazo: redes (42%), renovables (42%) y generación regulada (7%). Estas áreas aportarán, previsiblemente, el 81% del Ebitda del grupo en el año 2020 y alrededor de un 60% procederá de países con rating A.

Por divisas, también se diversificarán las inversiones: un 48% se realizará en dólares, un 29% en libras, un 20% en euros y un 3% en otras monedas. Un 60% se destinará a países con rating A.

Iberdrola prevé, además, generar un flujo de caja operativo (FFO) de 35.000 millones de euros en 2020.

Con este ritmo de crecimiento, la compañía también ha revisado al alza su previsión de aumento medio anual en términos de beneficio neto, hasta el 7,5%, situándose en torno a los 3.500 millones de euros al final del periodo. En términos de Ebitda, se espera que el crecimiento sea del 6% de media anual y ronde los 10.000 millones de euros en 2020.

Todo ello, manteniendo la fortaleza financiera y mejorando el retorno de las inversiones, tal y como ha venido haciendo el grupo a lo largo de los últimos ejercicios.

Estas previsiones permiten a Iberdrola anticipar un incremento del dividendo para los próximos años, hasta alcanzar una remuneración anual al accionista de entre 0,37 y 0,40 euros brutos por acción en 2020 y manteniendo siempre un suelo de 0,31 euros brutos por acción.

El pay out oscilará así entre el 65% y el 75%. La empresa prevé mantener además el sistema Iberdrola Dividendo Flexible y seguir realizando programas de recompra de acciones para su posterior amortización, de modo que el número de títulos de la Sociedad ronde los 6.240 millones.

En resumen, Iberdrola continuará anticipándose a la transición energética, con un modelo de negocio que combina visión, estrategia, ejecución y crecimiento sostenible; incrementando la retribución para el accionista y la visibilidad a largo plazo.