El Acuerdo de París de cambio climático pasa su primera prueba en la COP22

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En los próximos años, esperamos ver que la tendencia de precios a la baja de las energías renovables, y la intensificación de acciones por parte de todos los actores, continúe acelerando el inevitable cambio al modelo de desarrollo bajo en carbono y resiliente al cambio climático.

Las conversaciones de la ONU sobre clima continúan teniendo giros y vueltas, pero han logrado lo necesario esta semana: poner substancia de respaldo a la promesa del Acuerdo de París para que pueda ser completamente implementado. El trabajo de Marrakech no ha sido el más glamoroso, pero es un paso clave en la reacción en cadena necesaria para el desarrollo del acuerdo.

Los compromisos de los países en el Acuerdo de París también pasaron su primera prueba de estrés esta semana con el resultado de la elección estadounidense, reiterando su compromiso a largo plazo.

La realidad es que el mundo está avanzando en este asunto. La transición es irreversible y seguirá creciendo, al tiempo que las señales del mercado y los compromisos de todos los sectores de la sociedad continúan. En la actualidad, 111 países han ratificado el acuerdo, destacando su importancia histórica. Los países también han comenzado ya a presentar sus planes a largo plazo de decarbonización.

Pero aún hay trabajo por hacer. La brecha de emisiones entre lo que la ciencia nos dice es necesario para proteger el planeta de los peores impactos del cambio climático, y las metas que lo países estipularon en París continúa creciendo. Es esencial para la futura prosperidad, seguridad y protección del mundo, que se lleve a cabo una urgente reducción de emisiones, y que se tomen medidas para prepararnos para los impactos del cambio climático que ya nos están afectado.

En Marrakech, los países aceptaron hacer un balance de su progreso en dos años y llevar a cabo todos los esfuerzos necesarios para establecer metas y planes más ambiciosos antes del 2020. Esto con el fin de asegurar que trabajemos rápido para cerrar la creciente brecha de emisiones. Este es un resultado crítico de esta semana que solidificó el progreso del Acuerdo de París.

Mientras que las partes trabajan para finalizar la letra pequeña del Acuerdo de París para el siguiente gran momento político en 2018, se necesita hacer más en los siguientes años para clarificar la consistencia de los objetivos nacionales. Todavía hay brechas en financiación y adaptación, a pesar de algunos anuncios sobre financiación para la adaptación y desarrollo de capacidad. Esperamos ver a países desarrollados intensificar su labor de manera significativa en materia de financiación, y otros apoyos más allá de las proyecciones actuales, y estamos muy motivados de ver a China y a otros países intensificar si cooperación sur-sur.

Este trabajo fue reforzado por el Climate Vulnerable Forum, un grupo de alrededor de 50 países que se comprometieron a revisar y mejorar sus metas de reducción de emisiones en el 2018, y a cambiar a 100% energía renovable para el 2050 o antes.

Aquí en Marrakech las negociaciones iniciaron una discusión crítica sobre las reglas para implementar el acuerdo y acelerar la acción climática. Necesitamos que el siguiente conjunto de negociaciones para completar esas reglas aumente la ambición, marcando el camino para mayores compromisos nacionales, y proveer apoyo financiero consistente con la ciencia y la equidad.

“Así mismo pedimos al gobierno Español que haga su parte y revierta el repunte de las emisiones de los dos últimos años. Para ello le pedimos que inicie a la mayor brevedad la transición energética empezando por eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles y apostando por un modelo 100% renovable, eficiente y justo”, añade Mar Asunción, responsable del Programa de Clima y Energía de WWF España.