Modelo de desarrollo en América Latina es insostenible y la CEPAL busca cambiarlo

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Hay tres razones que explican el porqué el modelo de desarrollo actual en la región es insostenible, dijo hoy en entrevista a Xinhua la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.

En el 36 periodo de sesiones de la CEPAL, que se realizará del 23 al 27 de mayo en Ciudad de México, se debatirán esas tres razones contenidas en el documento «Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible».

Para la funcionaria de Naciones Unidas, la primera razón es el aumento de la desigualdad global.

«América Latina es la región más desigual, el mundo entero está yendo hacia una mayor y elevada desigualdad», con una mayor concentración de la pobreza y del ingreso a nivel global, aseguró Bárcena.

La segunda razón es la crisis ambiental y el cambio climático, factores que se expresan a nivel local con la contaminación, como ocurre en Ciudad de México, o en Chile, con la marea roja que afecta la pesca.

«No es que sean expresiones propias del cambio climático, pero sí son resultados de un estilo de desarrollo que no es sostenible, ya sea porque está basado en el extractivismo o combustibles fósiles, de baja calidad incluso, y porque hay una crisis ambiental», explicó la secretaria general de la CEPAL.

Para Bárcena, la tercera razón es la existencia de «un sesgo recesivo en la economía mundial por una tasa declinante del crecimiento».

«No estamos creciendo en casi ninguna parte del mundo, aunque la India y China crecen, aunque en niveles más bajos de lo que registraron en las últimas décadas», abundó.

La demanda agregada, la suma de los gastos en bienes y servicios que los consumidores están dispuestos a comprar y que depende de la política monetaria y fiscal, se ha contraído, afirmó la funcionaria de origen mexicano.

«Hay menos demanda y comercio y todo esto apunta a lo que se ha llamado ‘un estancamiento secular’, indicando que tenemos que reflexionar más sobre los modelos de desarrollo que estamos utilizando», precisó.

El documento de la CEPAL se basa en la Agenda 2030 de la ONU y, según Bárcena, «su mensaje insta a cambiar el estilo de desarrollo de acuerdo al ‘Pensamiento Cepalino’ (teoría del desarrollo y estructuralismo), para lograr ese desarrollo inclusivo, con inclusión social y económica e igualdad».

A su juicio, se han registrado cambios como la transición demográfica, la cual «se expresa en algunas regiones, donde crece menos la población y envejece, como en Europa y América Latina, contrario a lo que pasa en Africa, que tiene una población joven pero que está emigrando».

Bárcena aseguró que «hay una emigración que está creando una crisis humanitaria en muchos lugares, con refugiados y emigrantes. A eso le llamamos un «cambio tectónico. Nunca había habido un traslado de refugiados tan grande después de la II Guerra Mundial como hoy».

«El segundo gran cambio es el rol de China en el mundo, le llamamos ‘la irrupción de China'», dijo Bárcena al señalar que ese país se ha desplegado no sólo económicamente, sino también como un gran actor en las Naciones Unidas.

Otro gran cambio es la revolución tecnológica (robotización, inteligencia artificial y economía digital) que comienza a desplazar a grandes masas de trabajadores o recorta los horarios de trabajo, un futuro que se acerca y que debe ser analizado, indicó.

Según Bárcena, la propuesta central del documento es un «cambio estructural progresivo», porque América Latina necesita, y también el mundo, proponerse una acción coordinada para estimular la economía, porque todos los países se ajustan y nadie está estimulando la economía».

«Los capitales o activos financieros no se están yendo a inversiones productivas. Hay una ‘financiarización’ de la economía que se está desacoplando y los inversionistas, en vez de invertir en infraestructura y en producción, convierten su dinero en activos financieros», alertó.

De igual forma destacó la necesidad de que las economías de la región se pongan de acuerdo y estimulen el crecimiento.

«¿Pero qué crecimiento?», se preguntó, añadiendo que «ya no puede ser el mismo de antes y la CEPAL propone que el empuje a la economía tiene que ser con conciencia de sostenibilidad ambiental y con pleno empleo».

Bárcena insistió en que «no es cualquier desarrollo ni cualquier crecimiento, ni a cualquier costo lo que se necesita».

«Crecer no puede hacerse a costa del empleo o que la gente tenga menos capacidad de consumo», enfatizó.

Otro problema es la evasión fiscal, que llega a más de 320.000 millones de dólares cada año y los gobiernos deben fortalecer los controles y coordinar con los países desarrollados, las grandes transnacionales y los paraísos fiscales.

De acuerdo con la CEPAL, la región necesita también inscribirse en la revolución tecnológica y sumarse al proceso de innovación con un modelo de desarrollo nuevo y energías renovables.

«Chile ha hecho un compromiso importante. Para el 2050, su matriz energética va a contar con el 70 por ciento de energías renovables y eso es lo que la CEPAL está pidiendo, que los países y el mundo se planteen cómo queremos el mundo dentro de 20 años», recordó Bárcena.

«Queremos un mundo con bienestar, con más igualdad, donde haya sostenibilidad y empleo y, por eso, la CEPAL plantea que hay que hacer cambios profundos en la matriz productiva latinoamericana, para que la región no se base solamente en la producción de recursos naturales o el extractivismo», reiteró.

Recalcó además que no se puede privilegiar la concentración de la riqueza, «tiene que haber mecanismos de distribución y mayor eficiencia en las ciudades. Tenemos que hacernos planteamientos colectivos de otra índole», como privilegiar el transporte colectivo y formular una propuesta de sociedad a nivel local, nacional y global.

La secretaria general de la CEPAL anunció que el organismo promoverá foros regionales para que los gobiernos compartan sus experiencias, con el fin de obtener un mejor desarrollo económico y social y una participación más creativa y constructiva.