Generación solar alcanza cifras históricas: pasó de 0,1 GWh a 32 GWh en un año

Energía solar fotovoltaica en Bolivia

REVE

Bolivia empieza a desarrollar las energías renovables,  como la eólica, energía solar fotovoltaica y la geotérmica, siguiendo el ejemplo de otros países de América Latina.

La empresa alemana Deea Solutions GmbH ganó la adjudicación para el diseño de una central de energía solar que se instalará en la región boliviana de Oruro para generar 20 megavatios de electricidad, informó ayer el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez.

«Debemos anunciar a la población que se adjudicó a una empresa alemana para el estudio a diseño final de la planta solar para el departamento de Oruro, que tendrá una capacidad de 20 megavatios (MW), los cuales serán inyectados al Sistema Interconectado Nacional (SIN)», acotó Sánchez.

La firma hará el estudio en un periodo de seis meses, entre marzo y agosto de este año, con una inversión de 250.000 dólares, explicó Sánchez.
«El estudio determinará la ubicación exacta de la planta solar. Se estima que se instalen los paneles solares en una superficie de 35 a 40 hectáreas y el costo para la construcción es de 45 millones de dólares, aproximadamente», señaló el ministro. Añadió que la planta tendrá una capacidad de generación de 20 megavatios que irán al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Estudios referidos a niveles de radiación solar demuestran que el territorio boliviano, en especial el altiplano boliviano, presenta uno de los mayores índices de irradiación solar del mundo. La de Oruro será la segunda generadora de energía solar que tendrá Bolivia, pues desde septiembre pasado opera en la región norteña de Pando, en la frontera con Brasil y Perú, una planta instalada por la empresa española Isotron, del grupo Isastur. Sánchez resaltó que aquella planta genera cinco megavatios y por ahora «ha dado buenos resultados».
El Ministerio de Hidrocarburos y Energía destacó que el impacto de la plantas solares en el medio ambiente es «mínimo», puesto que estas industrias no emiten ninguna sustancia tóxica, ni gases contaminantes del aire, agua o suelo. «La operación de un sistema fotovoltaico es barata y el sistema requiere de un bajo mantenimiento en comparación a otras plantas», agregó la institución. Bolivia está empeñada en cambiar su matriz energética, que en la actualidad se sustenta en la generación termoeléctrica en un 65 %. Las autoridades han señalado varias veces que el objetivo es que para el bicentenario de la fundación del país, el 70 % de la generación de energía sea hidroeléctrica o provenga de otras fuentes alternativas como la eólica y la solar, y que el 30 % restante sea termoeléctrica.