China y Estados Unidos acuerdan combatir cambio climático y reducir CO2

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China quiere cooperar con EE.UU. Como muy tarde, en 2030 se alcanzará el punto máximo de emisiones  y a partir de entonces comenzará a decrecer”. Su compromiso le obligará en el 2030 a utilizar entre unos 800 y 1.000 gigavatios de energía solar, nuclear, eólica o de otro tipo no contaminante.

Los dos países que más gases contaminantes emiten, China y Estados Unidos, se comprometieron por primera vez y al máximo nivel a combatir el cambio climático.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el jefe de Estado y del partido chino, Xi Jinping, acordaron en Pekín durante su cumbre bilateral fijar nuevos objetivos climáticos.

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“Es un hito en las relaciones entre Estados Unidos y China”, destacó Obama.
Las dos mayores economías del planeta generan juntas casi la misma cantidad de emisiones tóxicas de dióxido de carbono (CO2) que el resto del mundo.

Al término de los dos días de conversaciones, Obama y Xi emitieron una declaración conjunta sobre cambio climático y anunciaron una cooperación en energías renovables.

El mandatario estadounidense propuso normas estrictas en materia medioambiental: antes de 2025 quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento en comparación con los niveles de 2005.

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Hasta la fecha, Washington no se movía del objetivo de un 17 por ciento antes de 2020. Con la nueva meta que se fijó, Estados Unidos consigue también más tiempo, pero asume un objetivo más ambicioso.

Por su parte, Xi Jinping anunció por primera vez una fecha a partir de la cual su país comenzará a despedirse de las emisiones de dióxido de carbono. “China quiere cooperar con Estados Unidos”, aseguró  Xi.

A más tardar, en 2030 se alcanzará el punto máximo de emisiones y a partir de entonces comenzará a decrecer.

El mandatario chino no formuló medidas concretas para reducir los gases tóxicos, pero anunció que en esa fecha la proporción de energías renovables aumentará a un 20 por ciento del total. Hasta la fecha, China siempre se escudó en que un país en vías de desarrollo no puede cumplir normas estrictas sobre emisiones porque tiene que proteger su economía.
Luego del anuncio, la organización ecologista Greenpeace calificó el anuncio como un “primer paso” en la dirección correcta.

Li Shuo, experto en cambio climático de Greenpeace, señaló que el acuerdo entre Obama y Xi supone sólo lo mínimo en objetivos climáticos, no el máximo que se puede lograr.

La Unión Europea elogió el acuerdo bilateral, y elogió también los esfuerzos a largo plazo.

El objetivo ahora es “un acuerdo sobre cambio climático creíble, duradero y global”, afirmaron en Bruselas el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Pese al optimismo europeo, el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano John Boehner, criticó duramente el acuerdo al considerar que sigue la tendencia de Obama de “triturar empleos” y devastar la nación.

“Este anuncio es otra señal de que el presidente tiene la intención de duplicar sus políticas de trituración del empleo sin importar cuán devastador sea el impacto para el corazón de Estados Unidos y el país en su conjunto”, aseveró el líder conservador en un comunicado.

Boehner, cuyo partido respalda firmemente el incremento de la explotación petrolera, aseguró que el pacto alcanzado entre Washington y Pekín “es el último ejemplo de la cruzada del presidente contra una energía asequible y fiable”, que ya está perjudicando las familias de clase media.

Barack Obama-Presidente de EE.UU.
El acuerdo es un hito en las relaciones entre EE.UU.  y China. Antes de 2025 queremos reducir las emisiones de gases entre un 26% y un 28%”

Xi Jinping-Presidente chino
China quiere cooperar con EE.UU. Como muy tarde, en 2030 se alcanzará el punto máximo de emisiones  y a partir de entonces comenzará a decrecer”

John Boehner-líder republicano
Este anuncio es otra señal de que Obama tiene la intención de duplicar sus políticas de trituración del empleo sin importar cuán devastador sea el impacto”