Renovables para prevenir el cambio climático

REVE

Felipe Calderón, expresidente de México, presentó en Bogotá el reporte ‘Nueva economía climática 2014’ ante el presidente Juan Manuel Santos, los ministros de Ambiente y Desarrollo Sostenible y de Relaciones Exteriores, y múltiples representantes de organismos del Estado, la academia y la prensa.

El documento, preparado por varios centros de investigación, fue comisionado por los gobiernos de Colombia, Etiopía, Indonesia, Noruega, Corea del Sur, Suecia y el Reino Unido.

¿El mensaje principal?: es posible avanzar en crecimiento económico y protección ambiental, pero es necesario tomar decisiones serias para ello. El informe llega en un momento interesante: la preparación del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.

¿Cómo arranca Colombia respecto a las 10 recomendaciones de la Comisión de Economía y Clima que preside Calderón?

Hidalgo considera clave que informe llegue en vísperas de la preparación del Plan de Desarrollo 2014-2018. Foto: Archivo particular.

1. Ir de las palabras a las acciones

Acelerar la transformación hacia una economía baja en carbono, integrando el clima en el núcleo del proceso de toma de decisiones. Colombia espera avanzar en la Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono, pero hace falta que cada sector la integre de manera efectiva en su planeación y ejecución. Esto parece estar comenzando, pero requiere que pasemos de las declaraciones a las acciones. El Plan Nacional de Desarrollo será el escenario ideal para consolidar este deseo.

2. Diplomacia para los nuevos acuerdos

Entrar en un nuevo acuerdo internacional (que reemplace el Protocolo de Kioto). Colombia es líder en el debate internacional, pidiendo acción de los países que más aportan gases de efecto invernadero y avanzando en compromisos locales de mitigación y adaptación. El acuerdo depende de la comunidad internacional (las Naciones Unidas, hacia final del 2015 en París). La diplomacia colombiana puede continuar ejerciendo liderazgo para lograr un acuerdo vinculante y equitativo con carácter fuerte y duradero.

3. Retiro de subsidio a combustible fósil

Retiro paulatino de los subsidios para combustibles fósiles e insumos agrícolas. Colombia ha avanzado en la eliminación de subsidios a la gasolina y el diésel, y tiene un precio de combustibles intermedio (aunque alto para países del mismo nivel de ingreso). Sin embargo, el precio base aún tiene subsidio. Los insumos agrícolas reciben también gabelas y puede ser políticamente difícil eliminarlas.

4. La cuestión del carbono

Introducción de precios sólidos y predecibles para el carbono. Apenas estamos comenzando a discutirlo, pero existen barreras para lograrlo. La reforma tributaria pasada ordenó estudiar el tema. ¿Esperamos algún avance en la próxima?

5. Recursos para salvar la selva

Detener la deforestación de bosques naturales en el 2030. Colombia ha asumido el compromiso de detener la deforestación mediante la Visión Amazonia, pero requerirá de gran apoyo internacional para lograrlo (recibir recursos para proteger las selvas).

6. Transporte público eficiente

Plantear ciudades conectadas y compactas, priorizando las inversiones en sistemas de transporte público masivo eficiente. El Gobierno Nacional promueve las ciudades compactas y apoya la inversión en sistemas organizados de transporte público (incluido un compromiso con el metro en Bogotá, que ojalá fuera para todo el Sistema Integrado). Pero al mismo tiempo avanza con un plan de infraestructura vial que incluye accesos y anillos a ciudades que promoverán expansión, y desarrolla proyectos de vivienda alejados de centros de trabajo. Las ciudades, a su vez, siguen pensando en vías como solución principal de la movilidad. Será necesario tomar medidas de desarrollo territorial en los conglomerados urbanos (que superan el ámbito municipal) y cambiar el chip para que pensemos primero en los peatones, ciclistas y usuarios de transporte público (como en el nuevo POT de Medellín). Difícil tarea, contraria a los intereses de los desarrolladores inmobiliarios, que nos venden casas campestres cada vez más lejos, en conjuntos cerrados y de menos densidad; de los compradores, que demandan ese estilo de vida, y de un sistema institucional y comercial que ve en los carros y las motos el desarrollo.

7. Incentivos al beneficio ambiental

Reducción sustancial de los costos del capital para inversiones en infraestructura baja en carbono. Colombia ha dado algunos incentivos tributarios a inversiones con beneficios ambientales. ¿Podrán fortalecerse? Esta siempre será una pregunta difícil en época de vacas flacas. Podemos ser más efectivos en atraer fondos ambientales y en ejecutar los recursos.

8. Innovar en tecnologías limpias

Ampliar e incrementar la innovación estratégica de tecnologías bajas en carbono y resilientes al clima. Nuestra generación es principalmente hidroeléctrica, pero parece complejo reemplazar el componente de gas o carbón con energía solar, eólica y geotérmica. Los planes parecen ir en esa dirección, pero los costos lo hacen aún difícil. Nos falta también avanzar en integración de riesgos de eventos de clima en la ejecución de proyectos y desarrollo urbano.

9. Recuperar bosques y tierras agrícolas

Restaurar bosques perdidos o degradados y tierras agrícolas para el 2030. Esta puede ser la gran apuesta para mejorar la condición del campo; pero requiere enfocar recursos que hoy parecen escasos.

10.  No más energías contaminantes

Acelerar el abandono de las energías contaminantes a base de la quema de carbón. Es un dilema difícil en un país rico en gas natural y carbón, pero es la acción responsable con nuestro planeta.
En resumen, hay buenas intenciones en todos los puntos, e incluso compromisos en algunos. Pero aún se requieren acciones de política pública complejas que ponen el desarrollo antes que el ambiente (cuando se puede avanzar en ambos). Adoptar las decisiones correctas implica un compromiso serio con el largo plazo. Un compromiso con nuestros nietos, su supervivencia está en juego. Amanecerá el Plan de Desarrollo y veremos.

DARÍO HIDALGO*
Especial para EL TIEMPO
* Consultor e investigador de transporte sostenible de la firma Embarq, filial del World Resources Institute (WRI) para ciudades sostenibles

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