La Unión Europea (UE) y China llegaron a un acuerdo en la disputa comercial desatada por los aranceles que la UE impuso a las importaciones de paneles solares chinos, difundió hoy por el comisario de Comercio de la UE, Karel De Gucht. Las partes acordaron un precio mínimo de 56 céntimos por vatio para las importaciones de productos solares chinos a la UE. Además, limitarán las importaciones a un rendimiento aproximado de 7 Gigavatios por año, publicó la agencia alemana DPA. Para las empresas chinas que cumplan esas condiciones no habrá aranceles. Para esto, desde el 6 de agosto estarán vigentes tasas en una horquilla de entre el 37,2 y el 67,9 por ciento. La UE acusaba a los fabricantes chinos de dumping, alegando que con el apoyo estatal de China podían vender sus productos en la UE por debajo del valor de producción. Además, consideraban que debido a la competencia estaban en peligro 25.000 puestos de trabajo en el sector. La Comisión Europea anunció una rueda de prensa el lunes próximo y las autoridades de Bruselas sellarán oficialmente el acuerdo tras deliberaciones con los Estados de la UE. El portavoz del Ministerio de Comercio chino, Shen Dayang, dijo hoy en Pekín que el acuerdo muestra "una actitud pragmática y flexible de las dos partes", al tiempo que "incentiva unas relaciones comerciales y económicas abiertas, cooperativas, estables y sostenibles entre China y la UE".

China apuesta por las energías renovables, eólica, termosolar y energía solar fotovoltaica

REVE

Cabe mencionar que China ha implantado la energía eólica más que cualquier otro país y en 2013 duplicó su capacidad de producir energía solar fotovoltaica.

China se ha puesto como objetivo hacer más riqueza con menos energía y está en camino de lograrlo, convirtiéndose en la primera potencia ecológica. Aporta el 20% de la inversión mundial en energías renovables, mucho más que otras naciones.

China promueve una política de filosofía de la civilización ecológica en un nivel estatal.  ”Ellos probablemente están haciendo el mayor progreso de cualquier país, a pesar de que están empezando desde una posición que es mucho más difícil”, dijo Fergus Green, profesor de la Escuela Económica de Londres, citado por la revista ‘NewScientist‘.

La semana pasada el país inauguró el primer tribunal dedicado a temas medioambientales en la provincia de Fujian, en el este del país, en el marco de la lucha por combatir la mala calidad del aire y la contaminación en ríos y suelos, según ha informado la agencia estatal de noticias Xinhua.

“Las cosas están cambiando muy, muy rápido”, indica Wu Changhua un experto de Pekín. “China ya está haciendo mucho”, indica Fergus Green.

El primer ministro Li Keqiang ha declarado una “guerra contra la contaminación“. Su liderazgo se ha elaborado en la base filosófica llamada ‘civilización ecológica’. Su objetivo es “llevar todo de vuelta a la relación entre el hombre y la naturaleza”, según dice Wu Changhua.

Anteriormente, se informó sobre las medidas tomadas en el curso de la lucha contra la contaminación en China. Las autoridades han prohibido las parrillas al aire libre en los meses de verano y ordenaron el cierre de 1.725 pequeñas minas de carbón a lo largo del año como parte de su programa para reducir la alta contaminación y eliminar la producción de carbón de baja calidad.