De los 22 aerogeneradores eólicos que tiene el parque eólico, 18 turbinas eólicas están ubicadas a orillas del Lago de Nicaragua, en una longitud de 3 kilómetros y las otras 4, al lado oeste de la Carretera Panamericana. Este proyecto de energía eólica sería el segundo más grande que se realiza en Nicaragua, después del proyecto eólico Amayo. En la primera semana de noviembre dará inicio el programa de energías renovables “Eoleo” que comenzará con 22 turbinas eólicas. El proyecto eólica en total representa una inversión 115 millones de dólares, de los cuales 90 millones de dólares son de bancos europeos, entre ellos Francia, Holanda y Alemania, y los otros 25 millones de dólares son puestos por socios de Nicaragua. Los bancos europeos financian el proyecto eólico con un plazo de 15 años, pero según los constructores del proyecto, el pago de la inversión se haría en menos de este tiempo establecido por los inversionistas. Este proyecto tendrá una capacidad para generar 44 megavatios de energías renovables para Nicaragua, el que está ubicado en el kilómetro 122,8 de la Carretera Panamericana de Rivas, al sur del país. La construcción del parque eólico duró 6 meses, y una vez que entre a operar quedará a manos de 30 operarios con recurso humano calificado. La visita al proyecto estuvo conformada por el embajador de Francia, la representante de negocios de la embajada de Holanda, y el representante de la Agencia Francesa de Cooperación para el Desarrollo.

Energías renovables: Centroamérica puede producir su electricidad con geotérmica, eólica y energía solar fotovoltaica

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En 2012, la producción de electricidad en Centroamérica ascendió a 44.298 GWh, cifra que es un 4,7 por ciento superior a la registrada en 2011. La energía fue generada a partir de las siguientes fuentes: hidráulica (50 por ciento), combustibles fósiles (derivados del petróleo y carbón, 35,1 por ciento), geotérmica (ocho por ciento), bagazo de caña en ingenios azucareros (4,1por ciento), y eólica (2,7 por ciento).

Centroamérica dispone de recursos suficientes para generar toda la electricidad que requiere hacia el desarrollo, a través del aprovechamiento de las energías renovables, pero dependerá de las decisiones de los Estados y de los sistemas de apoyo en la subregión.

El planteamiento a favor de la autosuficiencia fue sustentado por la salvadoreña Ana María Majano, ex ministra de Energía y directora adjunta del Centro Latinoamericano para la Competitividad del Desarrollo Sostenible de la escuela de negocios INCAE, durante un Foro Regional de Energía iniciado en Panamá.

Majano dijo a dpa que el óptimo uso de energías renovables podría convertirse en una “meta centroamericana”, debido a que los países de la subregión dependen de la importación de los combustibles fósiles para enfrentar la demanda de electricidad de la industria y el comercio.

No obstante, reseñó, para aprovechar las fuentes renovables “se requiere mucho trabajo coordinado entre los países”, así como programas que atiendan a más de ocho millones de pobres, quienes carecen de electricidad en sus hogares y podrían beneficiarse de la energía geotérmica, la eólica y la solar fotovoltaica.

Majano destacó que la red de interconexión eléctrica desde Guatemala a Panamá “está casi finalizada” y ha sido adoptada la reglamentación del mercado, lo que respaldó el inicio de algunas transacciones entre las empresas operadoras en cada país.

El Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) ha incorporado una línea de transmisión eléctrica de 1.790 kilómetros de longitud de 230 Kv y 28 bahías de acceso en 15 subestaciones, a través de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.

Con la red del SIEPAC instalada, se dispondrá de una capacidad confiable y segura de transporte de energía de hasta 300 megavatios (MW) en Centroamérica.

Majano resaltó la importancia económica y estratégica del proyecto, pero aclaró que la subregión posee enormes recursos que deben ser mejor aprovechados y advirtió que el sector energético requiere de inversiones regionales, contratos de largo plazo y derechos de uso de la red, para alcanzar altos niveles de desarrollo.