Termosolar: Echando la vista atrás y haciendo memoria, por Valeriano Ruiz Hernández

Cuando el sector de la energía solar termoeléctrica empezaba su andadura en el año 2004, después de una serie de peripecias legislativas en el Congreso de los Diputados (lo he contado alguna vez) que retrasó su despegue tres años respecto de otras tecnologías renovables, algunas empresas y yo mismo nos reunimos en varias ocasiones hasta constituir la asociación. Estoy seguro de que me eligieron presidente no por mis méritos o capacidad, sino para evitar recelos de unas empresas respecto de otras y quizás pensando que mis influencias y conocimientos en el Gobierno era superiores a las que de verdad eran. En cualquier caso, así fue, y no me importó aceptar, a pesar de no tener una empresa en el sector. Se nombró como secretario general a uno de mis colaboradores en la Escuela de Ingenieros, Manuel Silva, y aguantamos como pudimos aquellos primeros tiempos con muy pocos medios y muchas tareas que realizar. Sin duda, la dedicación que le pusimos al desarrollo de la asociación perjudicó bastante el nuestro personal en el mundo académico, toda vez que este tipo de actividades no se valoran en nuestra universidad. En cualquier caso las cosas fueron saliendo bien y las empresas iniciaron su andadura, cada una con sus expectativas y logros, muy brillantes por cierto (PS10, Andasol I), que marcaron la pauta a lo que vino después.

El agobio que sentíamos Manuel Silva y yo en la gestión del día a día de la asociación, con la precariedad de medios en aquellos momentos iniciales, vino a ser aliviado muy fuertemente cuando se contrató a Luis Crespo como secretario general, con dedicación exclusiva. Se notó y se sigue notando su buen hacer y su tremenda capacidad de trabajo, empezando en aquel momento una nueva etapa de la asociación. También en esos momentos (años 2008 y 2009) se iniciaron nuestros “rifirrafes” con el Gobierno de entonces, culminando aquellos enfrentamientos en el ya célebre RDL 6/2009, que fue presentado por el Ministerio de manera apresurada y sin esperar a un debate con el sector. De aquellos barros vinieron estos lodos. El sector salió reforzado y fortalecido y la asociación se afianzó. De los 500 MW previstos en el RD 661/2007 se pasó a los 2.500 MW finalmente aceptados en el registro de preasignaciones, que es lo actualmente vigente. Y todo al margen de que me pareciera más o menos razonable, pero las decisiones las toma quien tiene la responsabilidad de hacerlo.

Las agresiones en los medios de comunicación por parte de las grandes empresas eléctricas, que preparaban la llegada de un nuevo gobierno intentando influirle en nuestra contra han tenido un efecto muy perjudicial para nuestra causa, sobre todo porque han logrado que muchos ciudadanos se crean sus mentiras y ocultaciones en línea con aquella máxima del responsable de prensa de Hitler, Goebbels: “repite mil veces una mentira y parecerá verdad”. No obstante, parece que el Gobierno no les ha hecho caso del todo y, de momento, nos ha dejado como estábamos, aunque cerrando las puertas del futuro en nuestro país, por lo cual las empresas más importantes del sector están acentuando sus actividades en el extranjero. Mi sensación personal es que el sector –con alguna muy importante excepción- no ha contestado con la suficiente contundencia a esos ataques. Pero tendrá que hacerlo, aunque sea sólo en defensa propia y a pesar de ser su estilo mucho más elegante que el de los atacantes.

Con sinceridad, no se qué va a pasar después de 2013 –no soy adivino ni tengo “hilo directo” con el Gobierno-, pero en estos tiempos de grandes cambios en lo económico creo que puede pasar de todo. Hasta que los que se creen muy fuertes e influyentes caigan y que el gas natural llegue a precios que hagan inviable el funcionamiento de los ciclos combinados. No digamos la nuclear, que después de “lo” de Fukushima no creo que levante cabeza. Lo mejor que podría pasar es que se fueran cerrando a medida que vayan cumpliendo su ciclo de vida.

En cualquier caso, mis contactos en el extranjero me hacen pensar que durante un tiempo al menos tendremos que estar a todo lo que salga, y está saliendo bastante. Será una pena que de ser campeones del mundo en nuestras tecnologías pasemos a tener que exportar a nuestros jugadores a otros países, los cuales nos ganarán en el próximo campeonato.

En fin, queridos amigos: las cosas siguen confusas, indefinidas y siempre complejas, pero yo sigo siendo optimista y, más pronto que tarde se irá avanzando en el cambio de paradigma que el sistema eléctrico necesita mediante la sustitución de las tecnologías contaminantes de generación de electricidad por las menos contaminantes, que además de ser nuestras, son instaladas por empresas y trabajadores españoles y generan riqueza para España.

Valeriano Ruiz Hernández, Presidente de Protermosolar, www.protermosolar.com