Materiales ecológicos en los vehículos

Ford utilizará hongos en el material de sus vehículos. Además de contener vitaminas, minerales y propiedades que refuerzan el sistema inmunológico, las setas pueden transformarse en un resistente material de embalaje y mobiliario sin toxicidad, biodegradable e inocuo para el medio ambiente. Desde 2007 la empresa americana Ecovative ha desarrollado este material y ahora ha firmado con Ford un acuerdo para producir una espuma que se utilizará en los parachoques, puertas y paneles de los coches, en sustitución de los plásticos derivados del petróleo.

El secreto de este material es el micelio, el fuerte sistema de raíces de las setas, un agente natural de enlace que puede unir subproductos agrícolas, como hojas de maíz o avena. Para su desarrollo, se combinan las hojas y el micelio en bandejas de diferentes formas y tamaños. La ventaja del proceso es que no se requiere luz ni agua. De hecho, las bandejas pasan cinco días en una bodega oscura, tiempo suficiente para que los hongos ejerzan su magia, antes de que la mezcla de sus raíces se cocine y se seque para obtener un producto ligero, incombustible, sólido y resistente al agua.

Dado que el proceso de fabricación se basa en el crecimiento de un organismo vivo, el reto es garantizar que el material tenga la suficiente uniformidad como para pasar los requisitos de seguridad. Una vez logrado, la espuma de setas podría reemplazar a los plásticos que actualmente se utilizan en los automóviles. Un guardabarros elaborado con material de hongos se descompondría en un mes tras su enterramiento.

Con un coste de producción similar al de la espuma de poliestireno, Ecovative se propone desafiar a esta industria que mueve 20 mil millones dólares, mediante la apuesta por una espuma inocua que también serviría para el aislamiento de edificios, muebles, tablas de surf o turbinas eólicas. La invención ya ha logrado los elogios del Foro Económico Mundial 2011.

Por su parte, Ford, que ya utiliza soja en la espuma de sus asientos, está dispuesta a innovar para prescindir de los materiales derivados del petróleo y está abierta a las investigaciones que Ecovative lleva a cabo con plumas de pollo, algas y paja de trigo, para lograr materiales verdes a partir de desechos agrícolas.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

www.ecogaia.com/