La eólica puede abastecer a todo el mundo sin CO2

El potencial eólico permitiría producir 40 veces más electricidad de la que consume el mundo entero anualmente, según una investigación dirigida por el profesor de la Universidad de Harvard Michael B. McElroy. La energía eólica puede mover el mundo según un trabajo de Proceedings of the National Academy of Science que reproduce REVE en inglés. Recursos eólicos sobran. Falta voluntad política y sobra ignorancia.

El potencial eólico permitiría producir 40 veces más electricidad de la que consume el mundo entero anualmente, según una investigación dirigida por el profesor del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad de Harvard Michael B. McElroy. Sólo Estados Unidos tiene recursos eólicos suficientes como para cubrir con la tecnología eólica 16 veces su demanda de electricidad.

El estudio de la Universidad de Harvard en Cambridge (Estados Unidos) se publica en la edición digital de la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).

El estudio analiza el potencial de esta fuente de energía renovable a escala mundial gracias a los datos obtenidos por un programa del Instituto Goddard de la NASA que incluye observaciones tomadas por una combinación de satélites, aviones, globos, boyas, sondas y barcos. "En resumen, una gama de observaciones que permiten obtener las mejores predicciones meteorológicas posibles del mundo mediante análisis retrospectivos", asegura McElroy en el trabajo.

Para estimar el potencial global de la energía eólica, McElroy y su equipo tuvieron que obtener los datos globales de la dinámica de los vientos y estimar después qué capacidad de generación eólica tiene cada país del mundo, tanto en tierra como en los parques situados en el mar (offshore). Con el fin de que los datos fuesen lo más realistas posible, los investigadores excluyeron las ciudades y zonas altamente pobladas, las áreas boscosas, las aguas continentales y los lugares con nieves perpetuas. Además, excluyeron del estudio aquellas regiones en las que los molinos no pudiesen llegar a funcionar a un 20% de su capacidad media al cabo del año.

El estudio de las posibilidades de la energía eólica en el mar se realizó en zonas con profundidades inferiores a 200 metros y situadas a menos de 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) de la costa.

Para estimar el potencial global de la energía eólica, McElroy y su equipo tuvieron que obtener los datos globales de la dinámica de los vientos y estimar después qué capacidad de generación eólica tiene cada país del mundo, tanto en tierra como en los parques eólicos situados en el mar. Con el fin de que los datos fuesen lo más realistas posible, los investigadores excluyeron las ciudades y zonas altamente pobladas, las áreas boscosas, las aguas continentales y los lugares con nieves perpetuas. Además, excluyeron del estudio aquellas regiones en las que los molinos no pudiesen llegar a funcionar a un 20% de su capacidad media al cabo del año. El estudio de las posibilidades de la energía eólica en el mar se realizó en zonas con profundidades inferiores a 200 metros y situadas a menos de 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) de la costa.

Aunque los resultados que ha obtenido el equipo de McElroy son datos de la producción real que se podría generar con turbinas de 2,5 megavatios (MW) en tierra y de 3,6 MW en el mar, se trata de un estudio que busca analizar el potencial global de esta fuente de energía, pero que es consciente de que en el escenario que contempla el análisis teórico no habría apenas espacio en el mundo para otro uso del suelo. "Nuestro estudio no pretende que se cree una red mundial de parques eólicos", ha afirmado Michael McElroy, "nuestra intención principal es demostrar que algunos de los mayores potenciales eólicos del mundo están en los 10 países que son actualmente los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo".

Según el investigador principal, en estos lugares, que incluyen a China, Estados Unidos, Rusia o la India, las centrales eólicas podrían sustituir en buena medida a las plantas térmicas que queman carbón.

McElroy asegura que el problema de la variabilidad de la producción se puede solucionar mediante la construcción de redes que abastezcan a grandes regiones geográficas. "Si el viento no sopla en España, puede hacerlo en el norte de Alemania o en Irlanda", dice McElroy, "con una red europea integrada se podría solucionar el problema intrínseco de la variabilidad del viento".

Los aerogeneradores proporcionan la electricidad, que se puede almacenar en centrales de bombeo, y en un futuro próximo en grandes baterías y en los vehículos eléctricos. Si hay voluntad política, la eólica y las energías renovables moverán el mundo, sin emisiones de CO2 ni residuos radiactivos, y sin tener que provocar un conflicto tras otro para hacer con el petróleo.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

www.pnas.org/content/early/2009/06/19/0904101106.full.pdf

www.pnas.org/content/early/2009/06/19/0904101106.full.pdf+html

www.pnas.org/content/early/2009/06/19/0904101106.abstract