El litio primario gana terreno en el almacenamiento de energía en dispositivos de bajo consumo

Su larga vida operativa y su alta densidad energética convierte a esta tecnología en una alternativa ideal para la alimentación de dispositivos que llegarán con el vehículo eléctrico, la domótica, sistemas metering y las smart grids.

Saft Baterías desarrolla y fabrica desde hace 35 años nuevas tecnologías de litio-primario e impulsa su aplicación en sectores como la telemedicina, smart grids, control de accesos, sensorización, alarmas, o equipos transmisores.

Las baterías de litio primario (no recargables) están asumiendo un papel importante con respecto a las tecnologías recargables, ya que presentan una mayor densidad energética, así como una reducida tasa de autodescarga, que en algunos casos está por debajo del 1% por año. Esto les permite tener una larga vida operativa en un volumen muy reducido, además de prestar la mayor eficiencia en condiciones extremas de temperatura desde los – 60ºC a los 150ºC.

Según señala Javier Sánchez, responsable de SBG (Special battery Group) de Saft Baterías, “la llegada del vehículo eléctrico, el telecontrol y la domótica, favorecen la implantación del litio primario, ya que éste evita el llevar energía al dispositivo mediante un cable”.

“En la actualidad, la tecnología ha desarrollado dispositivos electrónicos que crean redes inalámbricas de corto alcance y que por tanto, tienen un menor consumo de energía. En muchos casos, la mayor parte del tiempo dichos dispositivos no están transmitiendo información, sino que presentan un estado de inactividad o reposo. Por esta razón, cada vez son más las aplicaciones que contemplan un tipo de acumulación primario, no recargable y aislado de la red. La sensorización inalámbrica cada vez está más presente en sectores como el de seguridad o parkings, ya que se reduce los costes de instalación.

Por otro lado, existe una demanda cada día mayor de telecontadores, que favorezcan mediciones remotas y centralizadas. Estos y otros, son ejemplos donde el litio primario está proporcionando una solución fiable y duradera a los requerimientos energéticos de dispositivos aislados.”

Además, Javier Sánchez añade que “la reciente incorporación del la tecnología LED a la iluminación, unido a la cada vez mayor estabilidad de las redes de suministro energético, abre nuevas puertas a sectores tradicionalmente vinculados a tecnologías recargables como el de las luces de emergencia, el cual será muy interesante seguir de cerca durante los próximos años”.

Fundamentalmente existen tres tipos de tecnologías de litio-primario, las gamas LS, LO, y LM. Cada una de las tipologías de electroquímica tiene unas prestaciones específicas. La serie LS se caracteriza por una mayor capacidad energética por unidad de volumen, siendo idónea para aplicaciones con consumos de energía reducidos y vidas superiores a los 10 años.

La familia LO es ideal para proporcionar una punta alta de descarga por unidad de volumen, habituales en equipos de transmisiones a medio y corto alcance. Por su robustez están muy extendidas en aplicaciones militares. Finalmente la familia LM, se caracteriza por mantener sus prestaciones de descarga en un amplio rango de temperatura, lo que le confiere un excelente posicionamiento en dispositivos que estén expuestos prolongadamente a temperaturas superiores a 30ºC y hasta los 70ºC.

Las baterías de Saft se emplean en aplicaciones de altas prestaciones tales como infraestructuras y procesos industriales, transporte, espacio y defensa. Saft es el primer fabricante mundial de baterías industriales de níquel-cadmio y de baterías primarias de litio para múltiples mercados. El grupo es también líder europeo en tecnologías especializadas de baterías para el espacio y la defensa.

Saft está presente en 18 países y emplea unas 4.000 personas en todo el mundo. Sus 15 plantas de fabricación y su red comercial permiten al grupo atender a sus clientes en todo el mundo. Saft está registrado en el índice SBF 120 del Mercado de Stock de París. 

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